Javier Sanz Viticultor es una bodega de la D.O. Rueda, cuya filosofía se basa en la conservación de viñedos prefiloxéricos de uva verdejo (con más de 150 años,más info aqui), de variedades autóctonas y en la recuperación de variedades casi extinguidas. Cinco generaciones de viticultores que durante más de 150 años han continuado la tradición.
Javier Sanz cuenta con 140 hectáreas de viñedos en propiedad, de forma que puede realizar un control de toda su producción que asciende a unas 600.000 botellas anuales.
Recientemente de esta bodega de la DO Rueda, hemos catado dos de sus vinos, Javier Sanz Verdejo y Javier Sanz Semidulce:
Javier Sanz Verdejo 2017
Elaborado a partir de viñedos de más de 40 años, es la máxima expresión del verdejo de Rueda, fiel a su origen y al estilo de la bodega. Criado durante dos meses en su finas lías, el resultado es un vino brillante, de gran riqueza aromática, con notas varietales a pomelo, anís e hinojo, y con una acidez deliciosa y una gran persistencia, perfecto para pescados blancos sazonados y mariscos.
Variedad: Verdejo 100%
Viñedo: Mas de 40 años
Zona: D.O Rueda
Grado Alcohólico: 13%
Producción: 100.000 botellas
Precio: 8-10 Euros
Comentarios: Sin ser un gran fan de la uva verdejo, este fue un vino que me agradó bastante. En Nariz recuerda a pomelo y piña y en boca es seco, cuerpo medio y buena acidez, un buen vino que en mi caso maridó muy bien con unas gambas al ajillo, un plato no excesivamente fácil de maridar.
Javier Sanz Semidulce 2017
Vino verdejo, fresco y goloso, que mantiene los azúcares naturales de la uva para obtener un equilibrio adecuado entre acidez y azúcar tan característico de este vino. Con aromas varietales a melón y piña, es un vino muy agradable en boca, con un ligero dulzor, suave y equilibrado.
Variedad: Verdejo 100%
Viñedo: Mas de 15 años
Zona: D.O Rueda
Grado Alcohólico: 11%
Producción: 20.000 botellas
Precio: 6,5 Euros
Comentarios: Verdejo excesivamente dulce para mi gusto, aunque soy muy fan de los PX este vino se me hizo difícil de categorizar: aunque la bodega lo recomiendas como postre, al ser semidulce no me pareció un vino propiamente de postre (ademas la guarda una vez abierto no es muy larga como puede ser la de un PX), para comer me pareció un vino un poco empalagoso que aunque esta bueno, no acompaña a beber mucho. Quizás puede ser un vino para gente iniciándose en el mundo de vino y que no esta acostumbrado a la acidez/amargor mas habitual.
En resumen, gran trabajo de Javier Sanz en estos dos vinos, que aunque están elaborados con la misma uva (verdejo), típica de la DO Rueda muestran grandes diferencias. Lo que demuestra claramente como con la misma uva pero diferentes tratamientos y crianzas se puede conseguir dos vinos completamente diferentes.
Jorge
@bdelvino